Catedrales Vivas

En Salamanca existen una serie de árboles catalogados de especial interés, que están protegidos por sus características especiales de longevidad (algunos con más de 300 años de vida), tamaño (con más de 30 metros de altura) o singularidad.

Sus robustos troncos se levantan hacia el cielo, siendo el pilar fundamental en el que se apoyan desde hace varios siglos esas ramas de formas caprichosas. Se trata de las otras catedrales de la provincia, templos de la naturaleza que son testigos del paso del tiempo y que, como los monumentos, destacan por su longevidad y majestuosidad.

 


El Alcornoque Gordo de La Calahorra

Se trata de un ejemplar centenario de alcornoque, al que se le calcula una edad de alrededor de 600 años. Tiene un perímetro basal de 7,40 m, una altura de 11 m y se encuentra a 886 m. sobre el nivel del mar. Este alcornoque forma parte de los de los dichos y costumbres populares de la localidad, ya que se dice que a través de los huecos de su resquebrajado tronco, venían al mundo los nuevos infantes. Algunas de sus viejas ramas fueron apuntaladas con grandes hincones por parte de un vecino del municipio (Melchor Juan del Arco), en los primeros años de la década de los sesenta. Este árbol forma parte de la Ruta de las Catedrales Vivas y se ha solicitado su inscripción en el Catálogo de Especímenes de Singular Relevancia de Castilla y León.